Es una pregunta que llegó de manera natural a mi mente. Y sí, tal vez últimamente me he sentido más ambiciosa de lo normal.
Siempre he creído que la ambición nos hace crecer, nos impulsa a explorar distintos caminos y versiones de nosotros mismos. Muchos creen que ser ambicioso te puede volver una mala persona, y tal vez haya quienes, movidos por su ambición, hayan tomado decisiones cuestionables. Pero a diferencia de ellos, yo opino lo contrario: ser ambicioso te lleva a donde pocos llegan, y gracias a eso, puedes ayudar a quienes más lo necesitan.
Concuerdo en que ninguna ambición debe estar por encima de tus valores éticos y morales. No hay necesidad de pisar a nadie para alcanzar el éxito. Si lo haces, estoy segura de que no es el mejor camino.
Buscando la definición en Google, encontré lo siguiente:
Ambición:
“Deseo ardiente de conseguir algo, especialmente poder, riquezas, dignidades o fama.”
Generalmente, lo que se ambiciona son las riquezas, el poder y la fama. Y sí, a veces algo más…
Pero es cuando me pregunto: ¿se nace ambicioso o se educa para serlo?
Acorde a mi experiencia, puede ser una mezcla de ambas, pero definitivamente lo que te lleva a actuar es ese instinto natural de querer lograr más. To think outside the box…
Aunque no me guste admitirlo, creo que existen dos tipos de personas: aquellas que siempre buscan mejorar (las ambiciosas) y las mediocres, aquellas que se conforman con lo que tienen y no buscan más allá. Tal vez cuentan con una cierta depresión internalizada y por eso se resignan a existir sin perseguir sueños, o tal vez perdieron las ganas de soñar porque el camino se les puso difícil y decidieron rendirse.
Y creo que es parte de un orden natural. No habría luz sin oscuridad, no todo el mundo puede ser jefe si no hubiera excelentes empleados. Y, tal vez, no existiría la ambición sin la mediocridad.
También creo que desde pequeños tenemos ejemplos: padres, abuelos, maestros, etc. De ellos, de su estilo de vida y de los mensajes importantes que nos comparten, aprendemos y nos educan para ser ambiciosos o no.
Recuerdo que de niña me la pasaba soñando despierta, viviendo en mi mundo. Amaba observar todo y sus detalles, tanto de personas como de lugares. A la fecha, soy esa persona que, si te veo una vez, me fijo, sin querer, en todo: desde si tienes aretes en las orejas hasta en los zapatos que llevas. Menos de un minuto es lo que necesito para observar todo a detallea mi alrededor. No lo hago por ser fijada, ni mucho menos; simplemente es algo que se me da desde que tengo memoria.
A diferencia de cuando era niña, ahora hablo más. La realidad es que siempre me gustó hablar, pero no con todo el mundo. En ese entonces, a quien más le platicaba era a mamá. A ella le encantaba que le contara todo lo que hacía en la escuela, siempre con lujo de detalle. Por eso sigo compartiendo de la misma forma, aunque últimamente aprendo a ser más práctica y concisa cuando puedo y quiero, porque no siempre me apetece volverme breve, ya que no es quien soy.
Recuerdo perfectamente cómo, siendo niña, mi papá me decía que todo lo que soñara lo podía lograr, solo tenía que creer que realmente puedo hacerlo y así sería. Insistencia y persistencia. Ese ha sido siempre su lema, fuera de pensar en positivo, aunque él no siempre lo aplique.
Así es como creo que aprendí a soñar, a querer más y a lograr mis metas. Aún no he logrado todas, y espero que cuando las cumpla aparezcan otras. Sin embargo, hablando con una de mis mejores amigas, me hizo ver que está bien ser ambiciosa, pero también ser agradecida. Que no por querer más debemos olvidar lo afortunados que somos por todo lo que ya hemos conseguido o se nos ha otorgado por poder divino.
Cada persona es un poema y tiene su propia historia.
Así que, espero, sea cual sea la tuya, persigas tus sueños, no importa qué tan ambiciosos sean. Que respetes a los que te rodean, que pongas amor en tu camino en cada cosa que hagas y que nunca te olvides de agradecer lo que hoy existe en tu vida.
Aquí una TED Talk sobre cómo a veces es percibida la ambición si eres mujer. Me pareció muy tierna y graciosa, y es un honor llamarnos ambiciosas.
Ambición TED Talk (Dura 11.55mins)
Te comparto este video que creé hace tiempo; en él se refleja mi mayor ambición: ser feliz.
A disfrutar la vida,
Ya casi fin de semana.
Besos,
Paula